;Que trabajo me cuesta
dejarte marchar, día !
Te vas lleno de mi,
vuelves sin conocerme.
;Que trabajo me cuesta
dejar sobre tu pecho
posibles realidades
de imposibles minutos !
En la tarde, un Perseo
te lima las cadenas,
y huyes sobre los montes
hiriéndote los pies.
No pueden seducirte
mi carne in mi llanto,
ni los ríos en donde
duermes tu siesta de oro.
Desde Oriente a Occidente
llevo tu luz redonda.
Tu gran luz que sostiene
mi alma, en tensión aguda.
Desde Oriente a Occidente,
;que trabajo me cuesta
llevarte con tus pájaros
y tus brazos de viento !
Ingen kommentarer:
Legg inn en kommentar