tirsdag 15. september 2015

He cerrado mi balcón porque no quiero oír el llanto, pero por detrás de los grises muros no se oye otra cosa que el llanto.--- Hay muy pocos ángeles que canten, hay muy pocos perros que ladren, mil violines caben en la palma de mi mano. --- Pero el llanto es un perro inmenso, el llanto es un violín inmenso, las lagrimas amordazan al viento, y no se oye otra cosa que el llanto....


I have closed off my balcony,
for I do not want to hear the weeping.
But out there, beyond Gray walls,
nothing is heard but the weeping.



There are very few angels who sing.
There are very few dogs who bark.
A thousand violins fit in the palm of my hand.



But the weeping is an enormous dog,
the weeping is an enormous violin,
tears have muzzled the wind,
and nothing is heard but weeping.



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